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Motivos y causas de un despido procedente

3 Junio 2024

Cuando se trata del ámbito laboral, es posible que en algunos casos se configuren las causas de despido procedente consagradas en el Estatuto de los Trabajadores. Es preciso resaltar que el despido procedente pone fin a la relación de trabajo que existe entre tu empresa y el empleado por motivos concretos que deben estar debidamente justificados.

Este tipo de despidos debe estar justificado por tu empresa y la decisión está en manos del juzgado correspondiente, quien será el que determine si es aplicable o no el despido procedente. El proceso judicial puede ser iniciado por tu empleado si considera que su despido no ha sido justo.

¿Qué es un despido procedente?

El despido procedente se constituye primeramente cuando tu empresa despide a un empleado, basándose en motivos de despido procedente o en las causas de despido procedente tipificadas en el Estatuto de los Trabajadores. Adicionalmente, es requisito obligatorio que el juez exprese su conformidad con respecto a la causa de despido que plantea tu empresa. 

Es menester entender que el despido procedente no es una medida arbitraria que toma tu empresa. Más bien, se basa en la necesidad de garantizar los intereses de tu empresa frente a situaciones que podrían afectar su funcionamiento.

¿Qué causas de despido procedente son válidas?

Las causas de despido procedente se encuentran debidamente tipificadas en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores. Vamos a ver cuáles son:

Despido disciplinario

  • Inasistencia o falta de puntualidad: Se da cuando el empleado no asiste al puesto de trabajo o es impuntual persistentemente, todo esto sin causa justificada.
  • Insubordinación o desobediencia: Negarse de manera reiterada a cumplir instrucciones de trabajo delegadas por sus superiores.
  • Abusos u ofensas: Cuando el empleado ejerce violencia física o verbal sobre algún miembro de tu empresa, bien sean clientes o compañeros de trabajo.
  • Violación de la buena fe: Se refiere al abuso de confianza. Puede darse en casos de falsificación de documentos, hurto, robo o cualquier otro motivo.
  • Incumplir acuerdos de confidencialidad: Cuando el empleado divulga información confidencial de tu empresa o de tus clientes.
  • Rendimiento laboral: Cuando el empleado incurre en una disminución notable en su rendimiento laboral.
  • Uso de drogas o estado de embriaguez: Cuando afectan negativamente el desempeño del trabajo.
  • Acoso laboral: Por motivos raciales, religiosos, orientación sexual o acoso sexual, entre otros.

Despido objetivo

  • Despido procedente de causas económicas: Cuando existen dificultades económicas constantes por parte de tu empresa.
  • Causas técnicas: Se da cuando se requiere realizar cambios especiales en los puestos de trabajo.
  • Causas respecto a la organización: Cuando surgen modificaciones en la estructura de tu empresa.
  • Causas relativas a la producción: En caso de que ocurra una reducción continua de la actividad o de la demanda de los productos ofrecidos por tu empresa.

Motivos de despido procedente comunes

Como leíste más arriba, existen varios motivos de despido procedente, pero algunos son más comunes que otros. Las causas de despido procedente más usuales son:

  • Inasistencia o falta de puntualidad: Un ejemplo clave de este supuesto es cuando el empleado deja de asistir al puesto de trabajo por varios días sin avalar una justificación de sus faltas.
  • Insubordinación o desobediencia: Aquí el empleado se niega a cumplir con las obligaciones por las que fue contratado. Rechaza las tareas asignadas.

Despido procedente por causas objetivas

El despido procedente por causas objetivas es el que sucede cuando los motivos de despido no se asocian al incumplimiento por parte del empleado, son ajenas a él.

  • Despido procedente por causas económicas: Un ejemplo claro es cuando tu empresa se encuentra en estado de insolvencia y no puede permanecer con la cantidad de empleados que posee. Por tanto, en este particular es indispensable despedir a los empleados por motivos económicos. De este modo se aplica una de las causas de despido procedente.
  • Causas técnicas: Se da cuando tu empresa realiza algunos cambios tecnológicos que traen como consecuencia la modificación de los puestos de trabajo. Si, por ejemplo, tu empresa logra la producción en masa a través de máquinas, puedes despedir a los empleados por razones técnicas.
  • Causas respecto a la organización: En el supuesto de que tu empresa se fusione con otra compañía, puedes aplicar una de las causas de despido procedente relativas a la organización.
  • Causas relativas a la producción: Cuanto tu empresa puede demostrar que perdió un cliente que impacta en la demanda del producto ofrecido al público.

Causas de despido procedente sin indemnización

Aquí anotamos las causas del despido procedente sin indemnización.

  • Cuando el empleado incurre en alguna de las causas de despido procedente respecto al despido disciplinario, no le corresponde indemnización alguna.
  • Cuando el despido es declarado improcedente por el juez debido a que no se cumplen con los requisitos de ley.
  • Cuando el despido se declara nulo por parte del juzgado competente. Por tanto, no es aplicable ninguna de las causas de despido procedente.

Conclusión

Para concluir, tenemos que, en definitiva, el despido procedente puede ser utilizado por tu empresa como una herramienta legal que te permita culminar los contratos de trabajo con empleados que han incurrido en alguna de las causas del despido procedente, siempre y cuando se sigan los procedimientos legales y se protejan los derechos de los empleados.

Asimismo, si en tu empresa supervisas a tus empleados o bien ejerces el rol de empleador, es necesario que conozcas al detalle las causas de despido procedente y las formas de aplicarlas según la ley, de este modo, garantizas los intereses de tu empresa y cuentas con la posibilidad de resguardar los derechos inherentes a los empleados.

También te recomendamos que no dejes de lado la vía conciliatoria con tus empleados antes de proceder judicialmente, esto te evitará muchos gastos y conflictos a futuro. En casos como estos, es crucial contar con asesoría legal de especialistas que se dediquen al derecho laboral y puedan ayudarte a iniciar el proceso sin mayores complicaciones. 

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